¿Te resulta complicado responder a esta pregunta? ¿Qué opinión tienes sobre ti mismo? ¿Te gusta ser quién eres? ¿Crees que eres digno y merecedor de recibir amor y de alcanzar tus sueños? ¿Eres una persona con la que te gusta estar? ¿Cómo te hablas a ti mismo? ¿Conoces tu verdadero valor?

En este artículo hablaremos sobre la autoestima y aportaremos algunas claves para reforzarla ya que supone el punto de partida hacia cualquier tipo de crecimiento y desarrollo psicológico y personal.

Según Nathaniel Branden ,psicólogo experto en autoestima “No hay juicio de valor más importante para el ser humano que la estimación que hace de sí mismo”.

Podemos definir la autoestima como un conjunto de pensamientos, valoraciones y creencias que tenemos sobre nosotros y que hemos ido desarrollando a partir de nuestras experiencias.

El concepto de autoestima surge de la comparación entre mi percepción del YO y mi YO IDEAL; entre nuestros logros y nuestras expectativas.

Tener una autoestima sana es un factor fundamental que influye directamente sobre nuestro bienestar personal, sobre nuestras relaciones con los demás y con el entorno y sobre nuestra capacidad de vivir una vida plena y feliz.

Tener una alta autoestima satisface la necesidad de sentirnos bien con nosotros mismos, actúa como un escudo protector frente al miedo y la incertidumbre, nos motiva a luchar por nuestros objetivos y nos convierte en personas más resistentes ante las adversidades a la vez que nos hace sentir merecedores de todo lo bueno.

Al contrario, una persona con una baja autoestima desarrollará una falta de confianza en sí misma; en sus posibilidades y en sus logros que limitará sus acciones diarias y se verá afectada su vida entera y sus relaciones.

La baja autoestima desencadena otros problemas como pueden ser estrés, problemas de conducta, ansiedad, depresión, bajo rendimiento laboral o profesional, aislamiento social, fobias… por eso es fundamental detectar e identificar qué necesitamos resolver para reforzar o mejorar nuestra autoestima.

Hay síntomas que ponen en evidencia la necesidad de elevar la opinión que tenemos sobre nosotros como por ejemplo sentirse inferior; no tener seguridad en uno mismo, no ser capaz de manifestar una opinión por miedo a ser rechazado; desmotivación en casi todos los ámbitos de nuestra vida; sentimiento de culpabilidad, sentirte poco o nada atractivo; considerar a todos mejores que a ti, evitar relacionarse con los demás, procrastinar la toma decisiones, el sentimiento de pánico a fracasar…

La autoestima que tengamos influirá en nuestra toma de decisiones, en nuestras actitudes y comportamientos, en nuestras relaciones, en nuestra propia felicidad y realización como personas; en definitiva condicionará toda nuestra vida.

Lo que determina que tengamos una alta o baja autoestima depende de varios factores físicos, psicológicos, emocionales…pero es imprescindible para el éxito en nuestra vida gozar de una buena autoestima y amor propio. Es importante ser conscientes de la necesidad de cuidarla, mimarla y mantenerla porque es la base de la salud mental y física de cada persona.

La buena noticia es que una baja autoestima en muchos casos se sustenta en creencias y en juicios de valor y no en hechos. El sistema de creencias personal se puede moldear y cambiar.

A través del Coaching, la Inteligencia Emocional y la PNL podemos identificar la causa de nuestra baja autoestima así como desarrollar recursos y herramientas que nos ayuden a potenciar el amor que sentimos hacia nosotros mismos e incrementar el valor que nos damos como persona.

A través de la Inteligencia Emocional y en el marco de ese proceso de autodescubrimiento que propone el Coaching obtenemos herramientas que nos ayudan a mejorar nuestra autonomía emocional, de manera que seamos capaces de aumentar y fortalecer nuestra autoestima, automotivación y actitud positiva frente a la vida, responsabilidad y toma de decisiones.

¿Has pensado como sería tu vida si creyeras por completo en ti mismo?¿Cómo cambiaría tu vida si te quisieras incondicionalmente?

Te proponemos algunas de las claves para que comiences a mejorar y a fortalecer tu autoestima:

  • Identifica la causa de tu baja autoestima. Escucha tu discurso interno, hazte preguntas, cuestiónate, obsérvate hasta que descubras y llegues el origen del problema.

Responde a la pregunta de quién eres o quién crees que eres, qué concepto o visión tienes de ti mismo .La respuesta a esta pregunta es lo que se denomina autoncepto.

Para encontrar una respuesta a esta pregunta de quién soy es importante ponerse en contacto con uno mismo, es decir, priorizar aquello que sentimos, pensamos y hacemos en cada momento. Es importante saber en qué punto estamos en el desarrollo de nuestra conciencia, además de si estamos contentos en el punto en el que estamos y si vamos en el camino correcto.

Date cuenta de que la autoestima depende de tu interpretación personal de la realidad y de tu capacidad de aceptarte incondicionalmente.

Confía en tu capacidad de pensar y afrontar los desafíos básicos de la vida y libérate de todo aquello que te reste confianza en ti mismo.

  • Debes tener claro que tú eres la persona más importante de tu vida. Eres el protagonista de tu propia película, eres el actor principal así que no te releves a un segundo plano. Date el protagonismo que te mereces y esfuérzate por ser tu mejor versión. Como Victor Hugo apunta “La suprema felicidad de la vida es saber que eres amado por ti mismo, más exactamente, a pesar de ti mismo”

Tú eres un ser único y extraordinario. Eres valioso y mereces ser feliz.

Sé fiel a lo que eres realmente, tómate unos minutos cada mañana para conectarte contigo; recuérdate el poder que tienes, siéntete capaz de llevar a cabo tus deseos, confía en tus cualidades .Valora y agradece cada una de las cosas buenas que tienes y que existen en tu vida.

  • No te compares con nadie y elimina la autocrítica exagerada de tu vida; tú eres una persona única e irrepetible. Cada persona tiene sus propias cualidades y características. Descubre y analiza cuáles son tus puntos fuertes y cualidades positivas. Con qué cuentas, qué recursos tienes que te han llevado a conseguir cualquier cosa en la vida de la que sientas especialmente orgulloso. Piensa en los éxitos obtenidos por pequeños que te parezcan. Celebra tus logros y victorias y acepta tus fracasos.

Otórgales la importancia justa que tienen y date permiso para equivocarte y aprender de cada situación.

Las únicas personas que no fracasan son aquellas que no intentan nada ni se arriesgan. Una mentalidad de crecimiento es el secreto para maximizar nuestro potencial.

Actúa, sin acción no hay resultado. Si no haces nada, nada cambiará. Vive conscientemente y responsabilízate de tu vida, toma el control y asume que tienes el poder de elegir en cada situación. Recuerda que como afirma Victor Frankl, neurólogo y psiquiatra austriaco “El factor determinante en la vida es la decisión”.

  • Huye del perfeccionismo y mantén una actitud positiva.

Querer dar lo mejor de nosotros mismos y hacer las cosas lo mejor que podamos es algo natural y demuestra una actitud constructiva pero no puedes dejar que te obsesione. No trates de buscar la continua aprobación de los demás.

Conviértete en tu mejor amigo y sé en una persona con la que te gustaría estar. Si eres una persona estupenda para tus amigos, ¿por qué no serlo para ti mismo? ¿Le fallarías a tu mejor amigo si tuviera un mal día o estuviera pasando por un mal momento? Apuesto a que no. Piensa en ello.

Valórate y no concedas tanto poder a las opiniones de los demás. Como dice uno de mis escritores favoritos, Wayne Dyer “ Lo que piensen de mí no es asunto mío”.

Utiliza una comunicación asertiva y aléjate de personas tóxicas que no aporten valor a tu vida. Al contario; relaciónate con gente positiva, que te escuche, te valore, con la que te sientas cómodo y te puedas reír.

Opina, disiente y exprésate libremente.

Siéntete digno y merecedor de ser amado y de recibir todo lo bueno. Confía en tu derecho a ser feliz. Tienes derecho a afirmar tus necesidades y a disfrutar de las cosas buenas. Aprende a aceptar piropos y cumplidos.

  • Suelta el pasado y agárrate con fuerza al presente. El único momento en el que puedes actuar es ahora.

Haz deporte o realiza alguna actividad física que te haga sentir bien y más atractivo. Come sano y procura dormir lo suficiente. Practica tus hobbies y aficiones favoritas. Colabora con alguna organización o grupo con el que te identifiques. Dedica tiempo a descubrir qué te gusta y qué te hace sentir bien e invierte en ti. Tú eres tu mayor activo.

  • Por último acéptate, respétate, mímate, trátate con cariño, valórate, perdónate y no olvides quererte muchoooooo porque eres la persona con la que con toda seguridad vas a pasar el resto de tu vida.

 

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Eva del Pozo.

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