Seguro que alguna vez en tu vida has escuchado las palabras “ Estoy estresado”, incluso es muy probable que tú mismo te hayas sentido estresado en algún momento de tu vida.

Actualmente parece que vivir de una manera estresada se ha convertido en algo normal y que sólo unos poco elegidos se escapan de las fauces de lo que parece la enfermedad del siglo XXI.

“El estrés no es más que una enfermedad socialmente aceptada” Richard Carlson

Las exigencias a las que estamos sometidos en nuestra vida diaria son cada vez más numerosas y obedecen a más factores como el entorno, el trabajo, la familia, la economía, la incapacidad para conciliar vida familiar y profesional, la competitividad, el perfeccionismo, las expectativas, las Redes Sociales…

Todos somos susceptibles de encontrarnos con situaciones que excedan nuestra capacidad de respuesta y que generen en nosotros un estrés difícil de tolerar por lo que aprender a identificar, regular y gestionar , a la vez que verbalizar nuestras emociones es una potente herramienta para minimizar los efectos del estrés en nuestra vida.

Podemos definir el estrés como” el proceso a través del cual las personas perciben e interpretan su entorno en términos de su capacidad para enfrentarse a él” o dicho de otro modo es la respuesta natural que genera nuestro organismo cuando la mente percibe que nos encontramos ante un desafío o un reto que exige de nosotros un esfuerzo físico, mental o emocional extraordinario.

Podemos deducir entonces que el estrés está presente siempre que el entorno plantea o nosotros percibimos una amenaza en forma de exigencias excesivas o insuficientes recursos.

Pero lo que realmente nos causa malestar, ansiedad o estrés no son los eventos en sí, sino como percibimos, interpretamos y reaccionamos ante ellos y cómo vinculamos las emociones a éstos eventos o acontecimientos.

Aunque normalmente somos capaces de enfrentarnos a la mayoría de las situaciones estresantes y salir victoriosos de ellas, nuestro cuerpo y nuestra mente tiene una respuesta limitada a los factores de estrés. Si estos factores además, se prolongan en el tiempo disminuye nuestra capacidad para enfrentarnos a ellos y gestionarlos de forma adecuada.

Si nos pasamos mucho tiempo tratando de dar respuesta a situaciones que nos generan estrés tendremos consecuencias tanto a nivel físico, cognitivo, conductual, y emocional.

Experimentar estrés de forma puntual resulta beneficioso porque nos obliga a salir de nuestra zona de confort, nos ayuda a superarnos y a enfrentarnos a situaciones que suponen un reto para nosotros. Lo que nos perjudica es cuando sostenemos una situación de estrés en el tiempo hasta que se hace crónica y se convierte en nuestro estado habitual.

Muchas veces tardamos tiempo en ser conscientes de que estamos estresados porque el propio organismo incluye mecanismos para evitar sentirnos mal.

El estrés tiene la función de mantenernos alerta, es un mecanismo de protección, por lo que no se trata de eliminarlo sino de gestionarlos correctamente.

Es entonces cuando La necesidad de desarrollar entornos en los que podamos manejar el estrés así como adquirir capacidades y habilidades para saber gestionarlo adecuadamente se convierte en una prioridad en nuestra vida   y ello conlleva en muchos casos que tengamos que realizar ciertos cambios en diversos aspectos de nuestra vida.

Los síntomas del estrés se manifiestan en forma de incapacidad para concentrarnos, irritabilidad, cambios de humor, dolor de cabeza constantes, falta de energía, problemas de sueño, malos hábitos , contractura, pérdidas de memoria, sensación de vértigo …

Cuando el estrés lleva mucho tiempo con nosotros estos síntomas se agravan física, mental o emocionalmente derivando en muchos casos en problemas más serie de salud provocando enfermedades, empeorando el estado de ánimo, afectando la percepción de la realidad e incluso el sentido de la vida.

Esta condición afecta a nuestro autoestima, nuestro enfoque y estado mental y a nuestra motivación, clave para superar los acontecimientos del día .

En resumen, cuanto más estrés tengamos en nuestra vida más limitaciones tendremos y veremos mermadas nuestra capacidades de pensar creativamente y de disfrutar de una vida llena de oportunidades .

“El estrés debería ser una fuerza poderosa conductora y no un obstáculo”

                                                                               Bill Philips

 

 

Vamos a ver algunas claves para mejorar y reducir el estrés en nuestra vida, pero conviene tener en cuenta que estas claves han de ajustarse a la situación personal de cada persona:

  1. Reconoce las señales; para ello es necesario que seas consciente de tu cuerpo e identifiques cualquier síntoma como por ejemplo sentirse más cansado de lo habitual, mas irritable, sensación de bloqueo, miedo, confusión…

Presta atención al enfoque y al significado que le estas dando a las situaciones. Un simple cambio de enfoque puede hacer que percibamos la situación de una forma más apropiada. Analiza con detenimiento cada situación y toma decisiones.

  1. Desafía a tus pensamientos estresantes, toma conciencia de qué pensamientos te están causando estrés y revisa si estás pensando en términos absolutos, es decir todo o nada, siempre o nunca… hazte preguntas de este tipo: ¿ Este pensamiento es cierto realmente? ¿Cómo me hace sentir ese pensamiento?¿ Me ayuda seguir manteniendo ese pensamiento? Quién sería sin ese pensamiento ¿ Me sentiría mejor?. ..

Se trata de que extraigas una conclusión para que puedas redefinir la situación en términos más saludables. Sustituir pensamientos que no nos ayudan por otros más constructivos nos permite una mejor adaptación al entorno y a las situaciones.

  1. Desconecta, camina, baila, escucha música, pinta, date un masaje, regálate algún capricho , mímate y respira. Cualquier actividad con la que disfrutes y que te ayude a liberar dopamina y serotonina que son las hormonas de la felicidad será como un oasis en medio de un desierto.
  2. Gestiona tus recursos y emociones positivas. Céntrate en aquellas emociones que te hagan sentir bien y relativiza tus problemas. Una actitud positiva te ayudará a conectar con tus recursos y eso te proporcionará resiliencia.

La habilidad para expresar verbalmente las emociones es un antídoto eficaz para contrarresta el estrés, ya que de esta forma cede su intensidad.

  1. Organiza tu tiempo y planifica tu día para evitar bloquearte. La organización tiene efectos emocionales positivos, ya que aclara la mente y aporta serenidad. Por el contrario el desorden y la desorganización favorecen sentimientos de impotencia y aumentan los niveles de cortisol.
  2. Duerme bien, descansa lo suficiente , come de manera saludable , elimina hábitos que perjudican a tu salud y bienestar y haz ejercicio. Realiza algún deporte que te permita liberar la tensión acumulada.
  3. Practica mindfulness, meditación, yoga, …,

Cualquier actividad o disciplina que te resulte relajante y placentera tiene efectos muy positivos para tu organismo, sobre todo si consiguen interrumpir el flujo de pensamiento y te conectan con el momento presente. Escribir es también una excelente forma de combatir el estrés y produce efectos muy similares

Estas actividades ayudan a disminuir el nivel de cortisol.

  1. Rodéate de personas que te proporcionen apoyo emocional y con las que te sientas cómodo y seguro. Mantener relaciones saludables es una fuente de apoyo que te reporta grandes beneficios
  2. Aprende a priorizar y a ser a ser asertivo. Es importante que sepas diferenciar entre lo urgente , lo importante y aquello que puede esperar.

Cuando nos sentimos estresados tendemos a pensar que todo es una emergencia por eso establecer una lista de prioridades pasa a ser fundamental.

  1. Acude a un profesional, la ayuda de un experto, de un coach puede suponer una ventaja a la hora de abordar una situación de estrés. Identificar patrones de comportamiento que usamos habitualmente ante una situación que consideramos una amenaza, aprender habilidades, y desarrollas hábitos más constructivos puede suponer la diferencia para mantener a raya el estrés.

 

 

Poner en practica estos consejos te permitirá vivir una vida más plena y más feliz porque nosotros tenemos el poder de decidir cómo queremos sentirnos; recuerda que como dice Wayne Dyer “ En realidad no hay estrés en el mundo, sólo gente creando pensamientos estresantes y luego actuando en consecuencia”.

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Eva del Pozo.

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